Hoy tomate, mañana... quemadura: el falso bronceado exprés que se ha hecho viral
- Dra. García Millán

- 9 sept
- 4 Min. de lectura
Hace unos días os hablaba de un tema que me impactó este verano: cómo algunos productos que usamos a diario —como los esmaltes semipermanentes— pueden comprometer la salud de nuestra piel sin que seamos del todo conscientes. Hoy quiero seguir esa línea, porque hay otro fenómeno reciente que me preocupa como dermatóloga y como madre.
En consulta, varias adolescentes me han dicho una frase que se ha hecho viral en TikTok: “Hoy tomate, mañana chocolate”. La utilizan para justificar que toman el sol sin protección, buscando ponerse rojas como paso previo a un bronceado rápido e intenso. Algunas incluso consultan apps para saber cuándo el índice UV está más alto y exponerse justo en esas horas.
Os lo cuento porque no es anecdótico. Lo estoy viendo en consulta. Y es importante explicarlo bien.

“Hoy tomate, mañana chocolate”: tomar el sol sin protección, buscando ponerse rojo como paso previo a un bronceado rápido e intenso.
De TikTok a la consulta: una moda peligrosa
Este verano he atendido a varias pacientes jóvenes con la piel visiblemente enrojecida, e incluso con molestias derivadas de la exposición. Cuando preguntamos cómo ha sido esa exposición, muchas veces aparece la misma idea detrás: dejar que la piel se “queme un poco” para que luego “coja mejor el color”.
Y eso es justo lo que me preocupa: que normalicemos algo que no lo es. Que confundamos daño con belleza. Que una moda viral se convierta en una puerta de entrada a problemas serios de piel.
Cuando el índice UV pasa de 6, el riesgo de quemadura sin protección es real. En algunos fototipos, bastan diez minutos para provocar un eritema.
El índice UV: qué es y por qué importa
El índice UV (ultravioleta) es una herramienta muy útil. Es una escala que mide cuánta radiación ultravioleta llega a nuestra piel. La elaboran organismos como la AEMET o la OMS, y se basa en muchos factores: hora del día, nubosidad, altitud, etc.
Cuando ese índice pasa de 6, el riesgo de quemadura sin protección es real. En algunos fototipos, bastan diez minutos para provocar un eritema. Sin embargo, según estudios recientes, menos del 5 % de los adolescentes sabe interpretar esta escala. Y más de la mitad busca broncearse activamente, muchas veces sin saber el riesgo que eso conlleva.
Por eso insisto tanto en que aprendamos a leer este índice, igual que aprendemos a leer una etiqueta.
La piel sí tiene memoria. Cada quemadura, cada exposición sin protección, deja una huella.
El “tomate” es una quemadura
Cuando escucho esa frase —“hoy tomate”—, intento explicarlo con claridad: ese enrojecimiento de la piel no es otra cosa que una quemadura solar de primer grado. Un eritema. Y sí, puede parecer leve, pero hay un daño celular detrás.
En pieles jóvenes, como la de muchos de mis pacientes adolescentes, ese daño preocupa aún más. La piel en esta etapa se renueva muy rápido: sus células están en constante división. Eso significa que, si hay radiación UV de por medio, hay más probabilidades de que ocurra una mutación en el ADN de una célula que está replicándose. Una sola mutación mal corregida puede ser el inicio de un proceso que, años después, derive en un cáncer de piel.
Y si no llega a tanto, tampoco es inocuo. Las quemaduras repetidas pueden causar arrugas prematuras, manchas persistentes, pérdida de uniformidad en el tono y una piel más apagada o castigada. Lo veo cada semana en consulta.
El daño solar se acumula
Esto es algo que explico muy a menudo: el sol no “resetea” cada verano. La piel sí tiene memoria. Cada quemadura, cada exposición sin protección, deja una huella.
Y cuanto antes empezamos a acumular ese daño, más temprano veremos las consecuencias. La ciencia lo tiene claro: las quemaduras solares durante la infancia y adolescencia aumentan de forma significativa el riesgo de desarrollar melanoma u otros tipos de cáncer cutáneo en la edad adulta. Pero además, impactan en la calidad estética de la piel: más manchas, más arrugas, más irregularidades.
Disfrutar del sol, pero con cabeza
No se trata de tenerle miedo al sol. Al contrario. El sol forma parte de nuestra vida, y también de nuestro bienestar. Pero sí creo que es fundamental entender cómo funciona, cómo nos afecta y cómo podemos protegernos sin caer en extremos.
Mi mensaje no es “escóndete del sol”. Es: conócelo y respétalo. Aprende a leer el índice UV. Usa fotoprotección a diario. No dejes que una moda viral condicione tu salud cutánea. Y recuerda que cuidarte hoy es la mejor inversión para tu piel de mañana.
Fuentes:
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Sun W, Sun H, Yu C. The causal effects of childhood sunburn occasions on melanoma: A univariable and multivariable Mendelian randomization study. Open Med (Wars). 2024 Nov. PubMed
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World Health Organization. Ultraviolet radiation and the INTERSUN Programme. Fact Sheet No. 261. Geneva: WHO; 2022. WHO
European Environment Agency. Ultraviolet radiation – environmental burden of cancer in Europe. Copenhagen: EEA; 2025. EEA
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