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Cosas que, como dermatóloga, me hubiera gustado saber de joven

  • Foto del escritor: Dra. García Millán
    Dra. García Millán
  • 12 may
  • 3 Min. de lectura

Desde mi experiencia como dermatóloga, hay una serie de conceptos acerca del cuidado de la piel que me hubiera gustado conocer cuando era mas joven. Todas ellas son observaciones contrastadas por la práctica clínica y respaldadas por evidencia científica, y que forman la base para tener una piel sana y cuidada. En esta entrada hago un breve repaso:

 

Ideas que me hubiera gustado conocer antes: observaciones contrastadas por la práctica clínica y respaldadas por evidencia científica, y que forman la base para tener una piel sana y cuidada




1. En el cuidado de la piel, menos es más

Una rutina eficaz no necesita ser extensa. De hecho, el uso excesivo de productos puede irritar la piel, alterar su barrera natural y producir efectos contrarios a los deseados. En consulta cada vez vemos más problemas cutábes asociados al excesivo empleo de cosméticos, incluso en niños. Existen estudios al respecto y cada vez somos más especialistas los que abogamos por rutinas simples y eficaces, que se adapten a cada tipo de piel sin saturarla.


2. El maquillaje no trata el acné

Tapar los granos con maquillaje no resuelve el problema. Algunos productos pueden incluso agravar el problema (mayor inflamación, exceso de sebo...) si no son adecuados. El acné es una patología dermatológica que necesita diagnóstico y tratamiento médico. Sin ello, los brotes seguirán apareciendo. Esto no quiere decir que durante el tratamiento no podamos aplicar productos correctores apropiados para disimular las lesiones.


3. Broncearse sin precaución pasa factura

La piel tiene memoria. Las exposiciones solares sin protección en la juventud se traducen, años después, en la aparición de discromias, lentigos solares (manchas), arrugas y, en el peor de los casos, cáncer de piel. Broncearse sin filtro es uno de los errores más frecuentes y más costosos a largo plazo. No existe forma segura de obtener bronceado y debemos huir de los consejos que vemos en redes sociales, como el famoso "callo solar". La literatura científica en este sentido es abrumadora y tenemos mucha evidencia de que estas prácticas son muy peligrosas.


4. La cosmética no es milagrosa, pero sí útil

La función de la cosmética no es curar, pero sí mantener la piel en buen estado, ayudar a los tratamientos médicos a aumentar o mantener los resultados y proteger la piel. Un producto bien formulado, y bien indicado que esté adaptado a la piel de cada persona, puede mejorar la textura, luminosidad, hidratación, manchas, acné... El error está en esperar milagros o en usar productos inadecuados.


5. Fumar y no usar fotoprotección: enemigo de muchos tratamientos

Fumar reduce la oxigenación de la piel, disminuye la síntesis de colágeno y favorece la aparición de arrugas profundas. La radiación solar sin protección envejece la piel prematuramente y aumenta el riesgo de lesiones cutáneas. Son dos hábitos que anulan el efecto de muchos tratamientos, por buenos que sean.


6. La piel bonita es, ante todo, piel sana

Más allá de la apariencia, la prioridad debe ser la salud cutánea. Una piel equilibrada, sin inflamación ni lesiones, con una barrera funcional intacta, es el punto de partida para cualquier mejora estética. No se trata de cubrir ni de ocultar, sino de cuidar.


7. Las cremas caras no son necesariamente mejores

El precio no garantiza resultados. Hay cremas muy efectivas con fórmulas sencillas y precios razonables, y productos de elevado precio que no aportan más que su envase. Lo importante es el contenido, los ingredientes activos y su indicación concreta. En dermatología, el criterio pesa más que la etiqueta.


8. Lo que le funciona a tu amiga puede no servirte a ti

Cada piel responde de forma diferente. Las rutinas de belleza no deben tomarse de consejos en redes sociales, revistas divulgativasa, o reuniones de amigas. Copiar rutinas ajenas o seguir recomendaciones generalistas puede generar problemas. Lo adecuado es individualizar: conocer tu tipo de piel, tus antecedentes y tus necesidades. La personalización es la base de un cuidado eficaz.


Recordemos: lo esencial es mantener una piel sana

Una piel bonita es, ante todo, una piel sana. Para mantenerla así, es importante no caer en excesos: usar solo los productos necesarios, evitar tratamientos innecesarios y adaptar siempre el cuidado a las necesidades reales de cada persona. La piel no responde igual en todos los casos, por eso es clave buscar un enfoque personalizado y acudir a un dermatólogo. Sólo con criterio médico y constancia se consiguen resultados duraderos y seguros.


Fuentes:

  • Skinimalism: Less is More. Mount Sinai

  • I have acne! Is it okay to wear makeup? AAD

  • Ultraviolet Radiation, Aging and the Skin. 2014 May. PMC

  • Cosmeceuticals for antiaging: a systematic review of safety and efficacy. 2024 May Pubmed

  • Is skin ageing in the elderly caused by sun exposure or smoking? Br J Dermatol. 2002 Dec. PubMed

  • Skincare Trends Uncovered: Myths vs. Reality. Cole Cosmetic Skincare

  • Personalized skincare: from molecular basis to clinical and commercial applications. Clin Cosmet Investig Dermatol. 2018. PMC

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