Biotina: cuándo sí, cuándo no
- Dra. García Millán
- 29 jun
- 3 Min. de lectura
La biotina, también conocida como vitamina B7, se ha convertido en uno de los suplementos más populares entre quienes buscan mejorar el aspecto del cabello y las uñas. Su fácil acceso, su aparente inocuidad y su asociación con la salud capilar la han colocado en un lugar destacado en el arsenal de suplementos de muchos pacientes. Sin embargo, como ocurre con otros suplementos, el uso indiscriminado o no supervisado puede tener consecuencias no deseadas, especialmente cuando se desconocen sus efectos en las pruebas diagnósticas.
Como ocurre con otros suplementos, el uso indiscriminado o no supervisado de la biotina puede tener consecuencias no deseadas.

Qué es la biotina y cuándo la usamos
La biotina es una vitamina hidrosoluble del grupo B, esencial para el metabolismo de los ácidos grasos, la gluconeogénesis y la síntesis de queratina, la principal proteína estructural del cabello y las uñas. Su déficit es raro, pero cuando existe puede producir síntomas como caida de cabello y fragilidad ungueal. Por ello, su uso está indicado en algunos tipos de alopecia o alteraciones de las uñas, aunque la evidencia de su eficacia se limita a casos concretos y sigue siendo objeto de revisión crítica en la literatura médica.
Dosis elevadas pueden interferir con los inmunoensayos utilizados en los análisis de laboratorio, provocando resultados alterados
Interferencias en análisis y errores diagnósticos
Las dosis de Biotina que cubren las necesidades diarias se sitúan entre 30 y 100 microgramos, sin embargo cuando deseamos tratar problemas en cabello y uñas, establecemos dosis mayores y por eso muchos preparados comerciales contienen entre 5 y 20 miligramos, es decir, hasta 600 veces más. Aunque es cierto que al ser una vitamina hidrosoluble no se acumula, estas dosis elevadas interfieren con en los resultados de las analíticas provocando alteracion de algunos valores de laboratorio.
Esta interferencia no es un detalle menor. Ya en 2017, la FDA lanzó una advertencia oficial tras detectarse casos clínicos en los que los niveles elevados de biotina alteraban marcadores cruciales como las troponinas cardíacas, lo que podría impedir el diagnóstico de un infarto agudo de miocardio. Con otros marcadores de laboratorio ocurre lo mismo: La biotina en dosis altas puede provocar valores falsamente elevados de testosterona, estradiol, hCG, hormonas tiroideas T3 y T4, cortisol e insulina. En cambio, puede causar valores falsamente reducidos de troponinas, TSH, PTH, vitamina D, ferritina y prolactina.
Información y supervisión: clave en su uso
A pesar de que muchos dermatólogos prescribimos biotina en determinados contextos, no todos los profesionales informan adecuadamente a los pacientes de estos posibles efectos secundarios. Según una encuesta reciente a médicos, aunque la mayoría conoce la interferencia en marcadores tiroideos y cardíacos, un porcentaje significativo desconoce su impacto en otros parámetros y casi la mitad no advierte a sus pacientes sobre la necesidad de suspender la biotina antes de realizarse una analítica.
Por todo ello, es fundamental seguir unas recomendaciones básicas. La biotina es, en general, bien tolerada si se emplea en dosis fisiológicas. Pero si vas a someterte a una analítica, especialmente si incluye pruebas hormonales, tiroideas o cardíacas, suspende el suplemento al menos 48–72 horas antes. Y si estás valorando empezar a tomarla, hazlo siempre tras consultar con tu dermatólogo o tu médico de referencia, quien podrá determinar si realmente existe una indicación clínica y cuál es la dosis más adecuada en tu caso.
La dosis, la indicación y el contexto
La biotina puede ser una aliada en dermatología, pero sólo cuando se usa con criterio. No todo el mundo la necesita, ni siempre en las dosis que se comercializan. Si estás pensando en tomarla, o ya lo haces, consulta antes con un profesional y no olvides avisar si vas a realizarte análisis clínicos. La clave está, como casi siempre en medicina, en la dosis, la indicación y el contexto.
Fuentes:
Biotin: From Nutrition to Therapeutics. N Engl J Med. 2015;373(17):1618–26. PubMed
Clinically Significant Lab Errors due to Vitamin B7 (biotin) supplementation: a case report following a recent FDA warning. Cureus. 2019;11(8):e5470. Rosner I, Rogers E, Maddrey A, Goldberg DM. PubMed
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